Pimeg, somos una empresa con una larga experiencia, especialmente en la venta y el mantenimiento de puentes grúa, por esta razón, en el artículo de hoy, queremos profundizar en este tema y explicaros de que se trata exactamente este producto y cuáles son todos los tipos que podemos encontrar.
Esta maquinaria se trata de un tipo de grúa que sirve para elevar y desplazar tramos cortos materiales muy pesados en fábricas e industrias de una forma muy sencilla y sin hacer prácticamente ningún esfuerzo. Esto se hace a partir de unos rieles que pueden ser tanto verticales como horizontales, los cuales se colocan en el techo o en la parte más alta posible gracias a una viga en forma de puente que se puede desplazar de una punta a otra.
Ahora que ya sabemos de que se trata exactamente, seguro que os preguntaréis en que industrias podemos utilizarlo, y realmente es en todas, desde los sectores más obvios como por ejemplo el del acero, el del cemento y el de los automóviles, hasta sectores que no son tan obvios pero que también cumplen una gran función, como por el ejemplo el sector del papel y el de la alimentación.
Los principales tipos de puente grúa que podréis encontrar en nuestra empresa
Podemos destacar tres tipos principales de puentes grúa, en primer lugar, tenemos el monorraíl, que es uno de los más básicos, por lo que se puede adaptar a prácticamente todos los sectores, ya que se aprovecha mucho el espacio disponible en la fabrica gracias a que la estructura de la viga es muy simple, por lo que además montarlo también será mucho más sencillo, hecho que se ve reflejado en el precio final. Este tipo de puente grúa está dirigido a pequeñas capacidades de carga que van desde 125kg a las 16Tm tanto en polipasto de cadena como de cable.
En segundo lugar, tenemos el birrail, sin duda una de las mejores opciones para aquellas industrias que necesiten levantar grandes cantidades de peso de hasta 100Tm, además, al tener una doble viga nos proporciona una precisión mucho mayor, al igual que una mayor seguridad.
Por último, las de proceso, que son aquellas que se adaptan a todas las necesidades por muy específicas que sea, ya que se pueden automatizar por lo que puede realizar trabajos continuados y, además, se puede personalizar los movimientos según las necesidades de cada uno de nuestros clientes.